Todo coleccionista, sea cual sea el objeto de su deseo, decide en ocasiones desprenderse de algunas de sus piezas bien sea por recuperar algo de lo invertido, hacer más hueco en su «reino» o simplemente renovar su propia colección. En el caso de Chad Dreier, acaudalado empresario y coleccionista de objetos legendarios y de gran valor, la razón que ha esgrimido para sacar a subasta algunas importantes piezas de su colección personal ha sido el excesivo tiempo que le lleva mantener dicha colección. Por esa razón, este pasado fin de semana la casa californiana Profiles In History ha celebrado la subasta de un conjunto de piezas objetivo de cualquier mitómano que se precie.

Los asistentes a la subasta pudieron rivalizar para adquirir objetos como el traje de Johnny Depp en ‘Eduardo Manostijeras’, el vestido por Christopher Reeve en Superman, el utilizado por Marlon Brandon en el papel de su padre, Jor-El o el impecable traje de Clark Kent. También se pudo pujar por un cristal de Kriptonita, las garras de ‘adamantium’ de Lobezno o el mismísimo Santo Grial utilizado por Indiana Jones para sanar a su padre.

Pero sin duda alguna cualquier aficionado a Star Wars habría dado cualquier cosa por conseguir una de las piezas más llamativas de la subasta: una cabeza original de Chewbacca, nuestro wookiee favorito. La cabeza, utilizada en la trilogía clásica, incluía fotografías firmadas por Peter Mayhew, actor que la utilizó y Stuart Freeborn, su diseñador. La puja final ascendió a $172.000, o lo que es lo mismo, algo más de 140.000 euros, cifra inalcanzable para la mayoría de los mortales.

Y no fue el único tesoro de Star Wars. También se pudo pujar por un blaster rifle utilizado en la primera película de la saga que se vendió por $85.000 y que parece ser es el primer blaster utilizado en el rodaje que sale a subasta pública, o el boceto original del famoso póster utilizado también para el estreno de la saga y creado por Tom Jung. Esta maravilla llegó a la nada desdeñable cifra de $73.800.

Queda claro que Star Wars sigue siendo un claro objetivo para los grandes coleccionistas y que no pierde tirón en las subastas de objetos cinematográficos.